En Colombia continúa el desorden institucional, las regiones no se conectan, las entidades duplican esfuerzos u omiten por falta de relacionamiento concretos, hacen comités a diestra y siniestra sin que se vea la efectividad, la historia de Carolina (nombre cambiado por seguridad) muestra y justifica ésta cruda crítica con la que inicié este escrito, existe la necesidad de que el Mecanismo Articulador para el Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Sexo y Género funcione para lo que fue creado: “Estrategia que promueva la articulación institucional e interinstitucional nacional y territorial en el abordaje de lo previsto en las Leyes 679 de 2001, 985 de 2005, 1146 de 2007, 1257 de 2008, 1336 de 2009, 1542 de 2012, 1639 de 2013, 1719 de 2014, y 1761 de 2015” palabas más o palabras menos “trabajar en total coordinación para no revictimizar”.
Carolina, una joven madre de Cartagena, ha sido víctima de explotación sexual y matrimonio servil. Desde diciembre de 2023, Carolina ha estado con acompañamiento de la Fundación Empodérame, luchando por escapar de un ciclo de abuso perpetuado por el padre de su hijo.
La dificultad de contactar a Carolina debido a su falta de acceso a un teléfono y la necesidad de comunicarse a través de su abuela son indicativos de los problemas que enfrentan las víctimas en situaciones de aislamiento por parte de los agresores. Su situación se complicó aún más cuando volvió a vivir con su expareja, quien le impedía salir y asistir a las citas de trabajo social o psicología con la fundación, lo que evidenció las tácticas de control y coerción típicas en casos de violencia contra la mujer.
Un punto crítico ocurrió en marzo de 2024, cuando Carolina logró comunicarse con la fundación, manifestando su angustia y el control restrictivo de su pareja. Este momento fue decisivo para su traslado un espacio seguro para mujeres y niños en riesgo implementado por la Alcaldía de Cartagena y bajo una medida de protección de la Comisaría de Familia.
Aunque Carolina y su hijo fueron eventualmente trasladados a un lugar seguro, la falta de comunicación y la lentitud en las respuestas institucionales ponen en peligro la vida y el bienestar de las víctimas. Además, la amenaza continua por parte de su expareja e incluso la creación de una noticia criminal contra la víctima por “ejercicio arbitrario de la custodia” y “desaparición de su hijo” son revictimización producto de la desconexión y la falta de un manejo de información tanto confidencial como efectivo.
Ahora, la vicepresidenta que parece ser feliz creando nuevas entidades, creó el Sistema Nacional de Registro, Atención, Seguimiento y Monitoreo de las Violencias Basadas en Género (SALVIA), entiendo que, aunque parecen tener la intención de coordinar y articular todas las instituciones estatales para responder a los casos, la realidad muestra que tanto SALVIA como otros mecanismos previamente establecidos aún no dan resultado.
Estos sistemas no están cumpliendo, no es posible que una víctima ahora tenga un proceso penal, cuando está a su vez bajo protección del Estado. ¡Una bestialidad!
Comments