El reciente informe preliminar presentado por el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU tras su visita a Colombia expone una problemática alarmante: las desapariciones forzadas no son un fenómeno del pasado, sino una realidad cotidiana que afecta a miles de personas en el país. Desde Empodérame, queremos resaltar la conexión entre estas desapariciones y la trata de personas, así como la explotación sexual, problemáticas que continúan despojando de sus derechos y dignidad a las poblaciones más vulnerables.
La desaparición forzada como herramienta de trata y explotación
El informe del Comité detalla que muchas desapariciones están vinculadas con dinámicas de trata de personas, en particular de niñas, niños y adolescentes, quienes son explotados sexualmente o sometidos a trabajos forzados. Estas desapariciones se ven exacerbadas en contextos de desplazamiento forzado y migración, especialmente en regiones fronterizas y territorios controlados por redes criminales y grupos armados.
Entre los hallazgos más preocupantes, el Comité destacó:
Un aumento en el reclutamiento forzado de menores, cooptados por redes ilegales para la explotación sexual y laboral.
Las barreras para la denuncia y el acceso a la justicia, que incluyen el miedo a represalias, la desconfianza en las instituciones y la ausencia del Estado en territorios controlados por grupos ilegales.
La falta de registros unificados, lo que invisibiliza el alcance real de estas desapariciones y limita la capacidad de respuesta institucional.
El impacto desproporcionado en mujeres y niñas
Las mujeres enfrentan efectos agravados de las desapariciones forzadas, no solo como víctimas directas, sino también como familiares que luchan por la búsqueda de sus seres queridos. En muchos casos, quienes intentan exigir justicia son revictimizadas, enfrentando amenazas, discriminación y la indiferencia institucional. Estas dinámicas perpetúan el ciclo de violencia y exclusión que buscamos erradicar desde Empodérame.
Nuestra posición y el llamado a la acción
El informe preliminar del Comité es un recordatorio urgente de que la lucha contra las desapariciones forzadas, la trata de personas y la explotación sexual debe ser prioritaria en Colombia. Desde nuestra organización, hacemos un llamado al Estado y a la comunidad internacional para:
Fortalecer la prevención de la trata de personas y la explotación sexual mediante políticas públicas integrales que enfrenten las causas estructurales de estas violencias.
Garantizar recursos y coordinación institucional efectiva para la búsqueda de víctimas y la judicialización de los responsables.
Proteger a las víctimas y sus familias, asegurando atención psicosocial especializada y medidas de seguridad frente a las amenazas.
Incluir el enfoque de género y derechos humanos en todas las estrategias de búsqueda e investigación.
Las desapariciones forzadas son una herida abierta que afecta no solo a las víctimas directas, sino también al tejido social de Colombia. Instamos a todas las autoridades y organizaciones a trabajar de manera conjunta para enfrentar este flagelo, poniendo siempre en el centro a las personas más vulnerables. La construcción de paz y justicia solo será posible si hacemos de esta lucha una prioridad nacional e internacional.
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