Frente a las crisis sociales y humanitarias que estamos viviendo en Latinoamérica, y muy en especial las Mujeres y Niñas Migrantes, el fenómeno de la Trata de Personas con fines de explotación sexual, en mujeres y niñas, pues sabemos que las mujeres equivalen a dos tercios de las víctimas de trata en el Mundo. Por lo que combatir la Trata de Personas, con fines de explotación sexual es, ahora más que nunca, un gran desafío y una responsabilidad tanto personal como de la sociedad, pues este delito afecta directamente la Dignidad Humana, desequilibrando así los acuerdos justos y equitativos que como humanidad hemos pactado de erradicar todo tipo de esclavitud humana. pero también con el compromiso unánime y constante de las personas que conformamos las sociedades.
Quienes compartimos una visión de Humanidad libre de toda explotación, consideramos que la Trata de Personas, con fines de explotación sexual y la prostitución es mucho más que la ausencia de legislación o sanciones contra los perpetuadores de este delito de lesa humanidad. Es el reconocimiento de derechos humanos a todas las víctimas y la vinculación de un actor determinante en este flagelo: es a los hombres demandante de sexo, y cuando proyectamos que no a falta de legislaciones o de penas, con lo que se va lograr la erradicación de ese delito; pues es el reproche y la sanción social a los hombres demandantes de sexo o para que se entienda mejor, que “pagan por sexo” a mujeres vulnerables, como se lograra una efectiva erradicación de la Trata de Personas y la Prostitución, pues como ya lo han dicho expertos y los mas recuentes pronunciamientos de organismos internacionales; la trata de personas con fines de explotación sexual y la prostitución están siempre estrechamente ligadas de manera imperceptible.
No habrá una consciente lucha contra la trata de personas y la prostitución, mientras nuestras sociedades y gobiernos continúen impasibles ante el creciente número de personas que, obligadas a abandonar sus países, tal como hoy pasa con el éxodo de mujeres y niñas migrantes como consecuencia de la crisis social, económica y de violaciones de derechos humanos. No habrá una posible erradicación de la Trata de Personas y la explotación sexual, mientras los Estados de América Latina y sus Estados miembros no cumplan sus compromisos de acogida e incidan en las causas que hacen que las personas se vean obligadas a migrar para intentar tener una vida digna en los países de origen. Entendemos que la acogida e integración de las personas migrantes, desplazadas y refugiadas es, además de una obligación legal, un ejercicio personal y político de reconocimiento de Derechos Humanos, alineado con dos valores esenciales: La dignidad Humana y la autonomía de la persona.
Son estas entre otras muchas razones, por las que apelamos al esfuerzo de toda la comunidad internacional, y a los entes gubernamentales competentes que deben velar por una construcción conjunta de una sociedad más justa y exigimos:
1- Se socialice, se atienda y se de cumplimiento pleno de los mandatos entregados por la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer CEDAW por sus siglas en Ingles, cuando de manera textual en uno de sus apartes de dice:
“Los Estados deben adoptar todas las medidas apropiadas, incluidas las legislativas para reprimir todas las formas de trata y explotación, incluida la prostitución de mujeres”
2- Que se habiliten vías legales y seguras para las personas migrantes. Evitando así ser captadas por redes de trata de personas en caminos clandestinos y en los lugares de alojamiento en la frontera.
3- Hacer un llamado claro a todos los estados que han ratificado la Convención, entre los que se encuentran los Países de Latinoamérica y en especial los países en los que residen las mujeres firmantes de este manifiesto de incidencia (México, Bolivia, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Paraguay, Colombia) a cumplir la Recomendación General 38 emitida recientemente por la CEDAW.
4- Las plataformas digitales, en el contexto del COVID-19 fomenta la explotación sexual y la trata de personas a través de la prostitución. Identificando un mayor material de abuso, captación de la explotación en línea. Siendo así que los tratantes tienen más fácil acceso a las víctimas, a través de las redes sociales y plataformas de mensajería. Por lo que exigimos a los Estados parte a descalificar el supuesto mensaje de “empoderamiento” de la mujer por medio de la WebCam y sitios de explotación en la red como la pornografía.
5- La trata de personas es un crimen de género, lo sufren de manera desproporcionada las mujeres y niñas. Es por eso que la misma Recomendación General No 38 insta a los Estados a desincentivar la demanda de sexo de los hombres.
“La demanda persiste por que los Estados han fallado en desalentar la demanda, que fomenta la explotación sexual y conduce a la Trata de Personas.
Las abajo firmantes suscribimos la siguiente declaración de incidencia y hacemos oficial su publicación y reproducción en todos los medios masivos de comunicación tanto convencionales (Radio, Prensa y Televisión) como por todos los canales virtuales: Blogs, Redes, y portales de información digital.
Firmantes.
Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, América Latina
Fundación Empodérame- Rescue Freedom Internacional RFI Colombia
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