La migración femenina ha crecido de manera significativa en Colombia en los últimos años. Miles de mujeres han abandonado sus hogares en búsqueda de mejores oportunidades, pero muchas de ellas se enfrentan a desafíos que ponen en riesgo su integridad, subrayando la necesidad urgente de políticas que protejan sus derechos y garanticen su bienestar.
El fenómeno de la migración venezolana ha sido especialmente relevante, ya que, según el DANE, en 2020 se contabilizaron 1,13 millones de migrantes venezolanos en Colombia, de los cuales el 50,2% son mujeres (DANE, 2021). A pesar de este alto porcentaje, estas mujeres continúan siendo vulnerables, enfrentándose a explotación y violencia debido a la falta de regulaciones adecuadas y programas de apoyo. Esta situación exige una respuesta inmediata tanto del gobierno como de la sociedad civil.
Realidad de las mujeres migrantes en Colombia
Las mujeres migrantes en Colombia están expuestas a múltiples formas de violencia, explotación y discriminación. Según el Ministerio de Salud, el 88,1% de las víctimas migrantes de violencia sexual son mujeres, siendo la mayoría menores de 29 años (Manjarrez & Palacio, 2021). Además, la trata de personas es una amenaza constante para las migrantes. En Bogotá, el 70% de las víctimas de trata son mujeres, con la explotación sexual como la modalidad predominante (Manjarrez et al., 2021).
Sin acceso a servicios básicos como salud y educación, estas mujeres enfrentan barreras adicionales que las condenan a situaciones de mayor vulnerabilidad. En este contexto, la intersección de género, raza y clase también agrava su situación, afectando sus oportunidades y su acceso a derechos fundamentales.
La necesidad de reactivar el permiso de protección temporal
La Fundación Empodérame destaca la importancia de una regulación migratoria que considere las necesidades específicas de las mujeres migrantes. El permiso de protección temporal, que en su momento fue una herramienta esencial, debe ser reactivado y mejorado para garantizar que las mujeres migrantes tengan acceso a servicios de salud, educación y empleo formal. Este permiso no solo debe protegerlas del riesgo de caer en redes de explotación, sino que también debe facilitar su integración en la sociedad colombiana.
Una regulación efectiva es crucial para cumplir con las normativas internacionales sobre derechos humanos y fortalecer la resiliencia de las migrantes, ayudándolas a superar los obstáculos que enfrentan en su tránsito por Colombia. Es vital que el enfoque de género esté en el centro de esta política, reconociendo que las mujeres migrantes requieren soluciones específicas para su protección y empoderamiento.
Además, es importante destacar que el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, implementado durante el gobierno anterior, fue una herramienta crucial para garantizar la protección de los derechos de las personas migrantes, especialmente de las mujeres, al proporcionar acceso a servicios básicos como salud, educación y empleo formal. Sin embargo, bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro, se ha suspendido este mecanismo, dejando a miles de mujeres migrantes en una situación de mayor vulnerabilidad. Esta medida no solo ha incrementado su exposición a la explotación laboral y sexual, sino que también ha frenado el acceso a oportunidades que antes les permitían mejorar su calidad de vida e integrarse de manera más segura en la sociedad colombiana.
Apoyo a las mujeres migrantes: Un llamado a la acción
La Fundación Empodérame también hace un llamado urgente a continuar visibilizando la realidad de las mujeres migrantes en Colombia. Iniciativas como el proyecto 'Más Allá de las Banderas Somos Mujeres', liderado por ONU Mujeres y respaldado por la Oficina de Población, Refugiados y Migrantes de Estados Unidos (PRM), han brindado un apoyo esencial en regiones afectadas por la migración como La Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar y Nariño. Sin embargo, estos esfuerzos deben ampliarse y fortalecerse para asegurar que ninguna mujer migrante quede desprotegida.
Es imperativo que Colombia no solo reconozca los derechos de las mujeres migrantes, sino que también se comprometa a erradicar las estructuras que perpetúan su explotación. La Fundación Empodérame aboga por la implementación de políticas abolicionistas que pongan fin a todas las formas de explotación y violencia de género que enfrentan las mujeres migrantes. Es necesario un marco normativo más sólido que no solo brinde protección, sino que cierre las brechas que permiten su vulnerabilidad.
La migración femenina en Colombia no puede seguir siendo ignorada. Las mujeres migrantes venezolanas, que se ven atrapadas en ciclos de explotación, pobreza y violencia, necesitan el apoyo de toda la sociedad. La reactivación del permiso de protección temporal es una medida urgente para garantizar su seguridad y bienestar. Como Fundación, hacemos un llamado a los gobiernos, organismos internacionales y la sociedad civil para que tomen acción inmediata y protejan a estas mujeres de la injusticia y desigualdad que enfrentan.
Firma y adhiere a este comunicado en los comentarios para hacer incidencia por las mujeres en tránsito.
Referencias
- DANE. (2021). Informe sobre la población migrante en Colombia.
- Manjarrez, M., & Palacio, M. (2021). Informe sobre la violencia sexual contra la población migrante. Ministerio de Salud.
- Manjarrez, M., et al. (2021). Estudio de la trata de personas en Bogotá. Comité Distrital de Bogotá.
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