En el Departamento de Bolívar, las víctimas de trata de personas son atendidas en el marco de una estrategia conocida como "Casa Refugio", diseñada para el período 2020-2024, enfocándose en casos de mujeres víctimas de violencia de género. Un caso de trata de personas, identificado por el Instituto de Bienestar Familiar en el municipio de Turbaco, fue atendido bajo esta iniciativa. Es importantísimo reconocer la complejidad inherente a la trata de personas, que a menudo implica la amenaza por parte de grupos armados ilegales o bandas criminales altamente peligrosas, lo cual demanda una respuesta que supere la oferta de un refugio físico. Surge la preocupación sobre la idoneidad de estos refugios, originalmente destinados a víctimas de violencia intrafamiliar, para abordar adecuadamente los casos de trata de personas.
Las víctimas de trata no solo cargan con las cicatrices visibles de su explotación sino también con profundas heridas emocionales y, en muchos casos, situaciones adicionales como el consumo de sustancias. Esta realidad enfatiza la necesidad de una atención especializada y multidisciplinaria que sea capaz de abordar los aspectos psicológicos y físicos de su recuperación. Las observaciones que deseamos aportar a la Gobernación incluyen la evaluación de la idoneidad de los refugios para mujeres víctimas de violencia de género para el delito de trata, la necesidad de capacitación especializada para el personal de las Casas Refugio, la implementación de protocolos de seguridad reforzados y el desarrollo de un enfoque multidisciplinario que integre apoyo psicológico, legal y de rehabilitación. Estos elementos son fundamentales para crear un ambiente seguro y propicio para la recuperación de las víctimas de la trata de personas, facilitando su avance hacia una vida libre de explotación.
Además, en nuestro trabajo atendiendo a las víctimas de trata nos hemos dado cuenta de que la combinación de víctimas de violencia intrafamiliar con aquellas que han sufrido la trata puede no ser adecuada debido a las diferentes necesidades y riesgos asociados. Cada tipo de violencia requiere un enfoque específico y adaptado a las circunstancias únicas de las víctimas. Asimismo, es crucial considerar la provisión de alojamiento alternativo y anónimo que no ponga en riesgo a las víctimas de violencia de género al atender casos de trata de personas en las casas.
Hacemos un llamado a la Gobernación de Bolívar y a las entidades de la ruta de lucha contra la trata de personas para que consideren estas observaciones y trabajen conjuntamente en mejorar la capacidad de respuesta de las Casas Refugio ante las necesidades de las víctimas de trata de personas.
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