Un grito silencioso que necesita ser escuchado – El caso de las niñas desaparecidas en el suroccidente colombiano
En la Fundación Empodérame, trabajamos para proteger y acompañar en sus procesos de empoderamiento a las mujeres, niñas y adolescentes de Colombia. Hoy, nos enfrentamos a una realidad que exige nuestra inmediata atención: la desaparición de u de niñas en el suroccidente del país. Un reciente informe periodístico, "Vivas se las llevaron, Vivas las queremos", realizado por Ciudad Vaga de la Universidad del Valle y la organización Hasta Encontrarlas, arroja luz sobre esta problemática y nos presenta una situación crítica que demanda más compromiso de toda la sociedad, cada vez que una niña desaparece. Movilizarnos y no argumentar “se fue con el novio” es el primer paso para la solución.
El informe revela la cifra de 87 niñas y adolescentes desaparecidas solo durante 2024. Estas no son solo estadísticas; son vidas interrumpidas, familias destrozadas y un futuro robado. Detrás de cada número hay una historia de dolor, una niña con sueños rotos, y una familia sumida en la desesperación. El estudio profundiza en las circunstancias que rodean estas desapariciones, mostrando un panorama preocupante:
La vulnerabilidad de las víctimas
La mayoría de las niñas desaparecidas provienen de entornos empobrecidos y racializados, lo que las convierte en blancos fáciles para las redes de trata y explotación sexual. Las familias afrodescendientes, en particular, enfrentan mayores obstáculos para acceder a los recursos y mecanismos de búsqueda disponibles. El informe relata la triste realidad de cómo las autoridades, en ocasiones, minimizan las denuncias de estas familias bajo el supuesto erróneo de que las niñas "están de fiesta" o "con el novio", retrasando así la acción crucial que se necesita en las primeras 48 horas después de la desaparición.
Las desapariciones ocurren con mayor frecuencia durante las vacaciones escolares y en lugares aparentemente seguros, como el camino entre el colegio y el hogar, parques públicos o a través de ofertas de trabajo falsas en redes sociales.
Falta de respuesta efectiva del Estado
El estudio resalta la falta de una respuesta institucional adecuada y eficiente. Las barreras burocráticas, la falta de coordinación entre las distintas instituciones, los estereotipos racistas y sexistas y la insuficiente capacitación de las autoridades empeoran la situación y dificultan la investigación. La demora en la activación de los protocolos de búsqueda y la falta de atención a las familias son problemas recurrentes que el informe pone en evidencia.
El informe subraya la necesidad de mejorar los mecanismos de prevención y protección para evitar que estas situaciones se repitan. Se recomienda implementar plenamente la Alerta Ámber, un sistema probado en otros países para la localización de menores desaparecidos que ya está legislado en Colombia, pero que aún no se ha implementado completamente.
El informe "Vivas se las llevaron, Vivas las queremos" nos presenta una verdad incómoda que no podemos ignorar. Como fundación comprometida con la protección de los derechos de la niñez, debemos actuar. Exigimos:
La inmediata implementación de la Alerta Ámber y otros sistemas de respuesta rápidos y eficientes a nivel nacional. |
Un aumento de la inversión en programas de prevención y protección de la infancia, incluyendo educación en línea segura. |
Una mayor capacitación para las autoridades, sensibilizándolas a las necesidades específicas de las víctimas y sus familias. |
El combate a los prejuicios y estereotipos que dificultan la ayuda oportuna a las víctimas y la investigación de sus casos. |
Mayor compromiso político para abordar las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad. |
La Fundación Empodérame invita a todos a leer el informe completo, disponible
en el siguiente enlace: vivas-se-las-llevaron-VIVAS-LAS-QUEREMOS.pdf
Es una lectura desgarradora, pero indispensable para comprender la magnitud de esta crisis y para unirnos en la búsqueda de las niñas.
Acotamos que: no están secuestradas, están en los burdeles. ¡Vamos por ellas!
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